Cambio en la opinión pública sobre la inmigración: del apoyo a la deportación al arrepentimiento del comprador

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En las elecciones de 2024, Donald Trump ganó con una plataforma que prometía una reducción de la inmigración, una promesa que ha cumplido agresivamente. Sin embargo, encuestas y análisis recientes revelan un cambio significativo en el sentimiento público con respecto a la aplicación de la ley de inmigración, lo que plantea dudas sobre la efectividad a largo plazo de las estrategias de Trump. Lo que inicialmente parecía ser un apoyo generalizado a la deportación ahora se ve atenuado por preocupaciones sobre cómo se están llevando a cabo esas deportaciones.

La evolución del sentimiento público

El éxito de Trump en 2024 fue impulsado por un mensaje que enmarcaba toda la inmigración como negativa. Esto efectivamente cambió la percepción pública sobre la inmigración hacia la derecha, eclipsando el debate más matizado que existía anteriormente. En la era anterior a Trump se hizo una distinción entre la inmigración ilegal “mala” y las formas “buenas” de inmigración legal, como el estatus de refugiado y solicitante de asilo. Ahora, Trump ha colapsado estas categorías, creando un clima en el que toda la inmigración se ve negativamente.

El problema de la simplificación excesiva

Según la reportera de inmigración Molly O’Toole, este enfoque simplista ahora enfrenta un rechazo. Si bien una encuesta de Gallup en 2024 mostró que el 55% de los estadounidenses quería reducir toda la inmigración, esa cifra ha disminuido significativamente, a solo el 30% este año. Este dramático cambio sugiere que los votantes están reevaluando sus puntos de vista al presenciar la aplicación práctica de las políticas de Trump. El cambio no está necesariamente vinculado al éxito de las políticas fronterizas, sino al efecto negativo que están teniendo las políticas.

Los votantes quieren deportaciones, pero no así

La desconexión radica en cómo se están ejecutando las deportaciones. Si bien una mayoría todavía apoya la deportación de quienes ingresan al país ilegalmente, muchos se sienten incómodos con los métodos empleados por la administración. Esto se debe a que los mensajes de Trump han desdibujado las líneas, haciendo que muchos pasen por alto el hecho de que sus políticas a menudo apuntan a poblaciones vulnerables como solicitantes de asilo e individuos con permiso legal para estar en el país.

Una estrategia de intimidación

O’Toole señala que la administración Trump parece en gran medida indiferente a los cálculos políticos tradicionales, priorizando la amplificación de su mensaje a través de los medios por encima de todo. El enfoque de la administración es llegar a sus dedicados partidarios y crear un clima de miedo, tanto dentro de las comunidades de inmigrantes como entre aquellos que podrían considerar protestar o hablar en contra de las políticas. El objetivo, según O’Toole, parece ser fomentar la “autodeportación” mediante la intimidación.

“El punto es la intimidación”.

En última instancia, la evolución del sentimiento público sobre la inmigración resalta las limitaciones de los mensajes políticos demasiado simplificados y la importancia de considerar el impacto humano de las decisiones políticas. La eficacia a largo plazo del actual enfoque de Trump aún está por verse, pero la evidencia sugiere una creciente división entre las promesas y la aceptación pública.