La escala oculta del consumo de productos del mar: la agricultura industrial en el océano

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El enfoque en la agricultura de animales terrestres a menudo eclipsa un sistema mucho más amplio y en rápida evolución: la producción masiva de animales acuáticos para consumo humano. Si bien aproximadamente 80 mil millones de animales terrestres son sacrificados anualmente para consumo humano, la cantidad de peces y otras criaturas marinas utilizadas como alimento eclipsa esta cifra, alcanzando cientos de miles de millones, potencialmente incluso billones cada año. Este cambio está impulsado por el crecimiento explosivo de la acuicultura –o piscicultura–, actualmente el sector agrícola de más rápido crecimiento en el mundo.

El auge de las granjas industriales submarinas

Por primera vez, la mayor parte del pescado consumido por los humanos ya no se captura en el medio silvestre sino que se cultiva en granjas. Estas operaciones, a menudo denominadas “granjas industriales submarinas” por los grupos de bienestar animal, plantean serias preocupaciones éticas y ambientales. Esto incluye el confinamiento brutal de especies migratorias como el salmón, que se ven obligadas a vivir en condiciones de hacinamiento muy alejadas de sus viajes naturales de larga distancia.

Por qué esto importa más allá de los números

La escala de explotación de animales acuáticos tiene enormes implicaciones para los ecosistemas oceánicos. La piscicultura no se trata sólo de los animales mismos; se trata del futuro de la vida marina y, por extensión, del planeta. Esta industria se está expandiendo rápidamente, pero permanece en gran medida sin escrutinio y con poca comprensión pública de sus prácticas.

Repensar la compasión y la moralidad

El debate va más allá de la simple crueldad. Las investigaciones emergentes desafían los supuestos fundamentales sobre la sensibilidad de los peces: ¿sienten dolor y, de ser así, en qué grado? Incluso los invertebrados como los camarones están siendo reevaluados como potenciales sujetos morales. Estas preguntas nos obligan a confrontar cómo asignamos valor selectivamente a diferentes animales en función de narrativas sociales.

La rápida industrialización de la cría de animales acuáticos representa una crisis crítica, aunque poco informada. Esta no es sólo una historia gastronómica; es un problema sistémico con profundas implicaciones éticas, ambientales y filosóficas que exige atención urgente.

Este proyecto, “Eating the Ocean”, es una exploración en profundidad de este mundo oculto, con el apoyo de Animal Charity Evaluators y EarthShare. Su objetivo es desafiar el pensamiento convencional sobre las criaturas acuáticas y el verdadero costo del consumo de productos del mar.